El Reloj de Arena

El Reloj de Arena

Autor: Esteban Lumière

Valores: amistad, valentía, paciencia

Edades: adolescentes

Subgénero: Viajes en el tiempo

En un pequeño pueblo en las afueras de la ciudad, donde las leyendas y mitos aún persistían, dos amigos inseparables, Laura y Tomás, encontraron un extraño objeto mientras exploraban un viejo desván. Era un reloj de arena, pero a diferencia de los demás, este brillaba con una luz tenue azul cuando lo miraban desde un ángulo en particular.

Intrigados, los dos jóvenes decidieron llevárselo para examinarlo más a fondo. Una vez en la casa de Tomás, notaron una inscripción minúscula en la base del reloj que decía: "A través del tiempo se viaja, con un giro y una palabra mágica."

Sin pensarlo dos veces, Tomás sujetó el reloj y lo giró, mientras Laura, con entusiasmo, exclamó: "Æteris!" De repente, una bruma luminosa los envolvió y, en un abrir y cerrar de ojos, se encontraron en el mismo pueblo, pero varios siglos atrás, en pleno siglo XVIII.

Todo era más rústico, y las personas vestían ropas antiguas. Al principio, la experiencia les resultó fascinante, pero pronto comprendieron que debían tener cuidado para no alterar la historia, como siempre habían leído en los libros.

Decidieron mantener un perfil bajo, pero su intervención ayudó a salvar a una anciana del incendio de su casa, un accidente del que narraban los antiguos documentos del pueblo. Los instintos heroicos de Laura y la valentía de Tomás causaron un pequeño cambio: la anciana se convirtió en una figura influyente, que ayudó a prosperar el pueblo en esa época.

Conscientes del impacto de sus acciones, los dos amigos decidieron finalmente regresar a su tiempo. De vuelta en el desván, giraron nuevamente el reloj de arena y pronunciaron "Æteris."

Volvieron al presente, pero notaron que el reloj de arena había perdido su brillo. Aunque su viaje había llegado a su fin, tanto Laura como Tomás aprendieron valiosas lecciones sobre la amistad y la responsabilidad.

Aquella mágica aventura quedó grabada en su memoria, recordándoles siempre que cada acción tiene sus consecuencias, aunque, por suerte, en esta ocasión, los cambios fueron positivos. La vieja leyenda del pueblo ahora hablaba de dos jóvenes valientes que, con su audacia, habían dejado una huella amable en la historia.